Siempre que vamos nos atienden de lo mejor, nos preparan tortillas con un queso y una salsa de lo más rico, nos visten como en sus bodas, y claro, no podía faltar el pox (trago).
Todo se hace a mano, las tortillas, las servilletas, los manteles, los vestidos; algunas cosas llevan meses de trabajo, y la gente dice que está muy caro, desvalorando el trabajo artesanal. Es la primera casa de la calle de la iglesia.
miércoles, 24 de octubre de 2007
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