Me enteré el viernes y me invadió la tristeza.
Compañero de entrenamientos en la preselección, gran jugador dentro de la cancha y siempre fue buena persona conmigo fuera de ella, muy alegre y agradable. De 2 cosas me acuerdo mucho, su forma de calentar antes de comenzar a jugar, y que nos arbitreó casi todos los partidos en Monterrey cuando ganamos nuestra medalla.
Fuera de los torneos no convivimos mucho, pero era de las personas que siempre esperaba y daba gusto ver en ellos. Siempre hubo un abrazo de afecto después de cada vez que nos enfrentamos en la cancha.
Descanza en paz Woody.
domingo, 20 de mayo de 2007
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