martes, 25 de marzo de 2008

De la renuncia a las prácticas

En mi ausencia por mi blog, aprovechando que mi semestre no está tan pesado como es costumbre, aproveché la primera oportunidad que vi para hacer prácticas profesionales. De entrada me llamó la atención por ser un proyecto de software para el envío de volantes para una empresa dedicada a elaborar cortineros. Me presenté a la entrevista en la bodega y en unos días me comunicaron que si trabajaría con ellos. Todo pintaba bien.

Cuando empecé la situación comenzó a cambiar, en la oficina de la empresa había RFC's de otra empresa y poco a poco entrando a detalles del proyecto me doy cuenta que no tenía que ver con cortineros y más bien era para volantes de bienes raíces de Estados Unidos, lo que al principio pareció un reto se terminó volviendo una explotación mal pagada. El equipo de trabajo para el proyecto era yo nada más y el jefe que me decía lo que tenía que programar. Tenía que estar todo el tiempo sólo en una oficina y sólo una vez por semana veía a los jefes para mostrarles mi avance. Para sacar algunos de los requerimientos me iban a conseguir un usuario para entrar a un sistema de la competencia, a lo cual yo me hice güey y jamás les pedí el tal usuario y su contraseña.

2 semanas después de haber comenzado, le pregunto al dueño de la empresa de los cortineros, que para quién estaba trabajando, con lo cual me responde, "realmente trabajas para Fulano y para mi". Con lo que decidí esperar a que llegara el día de pago para terminar con las prácticas.

En un principio me dijeron, el pago es por el trabajo y no tanto por las horas, pero claro a la hora de pagarme terminaron pagando las horas y no el trabajo que estaba completo.

Esperé el día de pago, les mostré el trabajo y amablemente les di las gracias por la oportunidad, con lo que el dueño me contestó "Qué rajón eres". Fulano después me preguntó las razones y se las di, entre lo ya comentado anteriormente le agregué que no me gustaba estar tanto tiempo encerrado en una oficina sin contacto con nadie, a lo que el dueño agregó "Pues así va a ser tu vida". A chingá, pues a lo mejor así es la de ellos, la mía está muy lejos de eso y yo si tengo el poder de decidir como quiero que sea. También les comenté que tenía otras cosas en puerta como prepararme para el CENEVAL, y me respondieron, "No estudies para eso". Digo para consejos hay muchas personas de confianza a las que puedo recurrir y finalmente esa es una decisión completamente personal. Terminó el dueño con decirme "Pues consíguete a alguien para que le siga, pero que sea uno de los chingones, de los buenos", a lo que respondí que no conocía a nadie interesado por el momento y que lo más que podía hacer era decirle a mi directora de carrera y me respondieron que para eso lo hacían ellos, y pues sí, así está bien que lo hagan ellos.

Se puede ver como si yo fuera una persona que no se compromete y deja las cosas a medias, no es eso, si hubiera podido seguir con eso, pero no me gustan las cosas chuecas.

Finalmente me preguntaron cómo íbamos a quedar con la paga de la última semana que había trabajado, les respondí diciendo que así la dejaran. Cuando les pedí que me pagaran completo no lo hicieron, no me quedé la última semana por el dinero, sino por hablar las cosas de frente. Salí de la bodega con una sonrisa y mucha satisfacción.

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