martes, 1 de enero de 2008

Reencuentros

El año pasado fue un año de reencuentros, tanto conmigo mismo, como con amigos con los que llevaba años sin tener contacto alguno. Y lo más chido de todo es sentir de nuevo la fuerte amistad y cariño que aún existe entre nosotros, volvernos a descubrir con nuestros nuevos entornos que nos han transformado y en el fondo encontrar la misma esencia de lo que hemos sido siempre. Que raro y chido que ahora que está a punto de cerrarse un ciclo y los caminos se separan tanto, el pasado aparece de pronto en el presente con toda su intensidad.

Paulina, la noviecita que aún no lo sabía en primero de primaria y que cuando lo escuchó me dijo que me matará si lo volvía a oir, "yo no sabía que eras así de garnachero, que chido", y es que cuando nos vimos nos la pasamos en los tacos de suadero y las garnachas. La forma de divertirse desde la preprimaria cambia, y la diversión aumenta.

Dora, que de 2° de primaria no nos juntamos tanto, ahora los hacemos.

Gerardo, mi hermano, de niños era batman, el super y el béis, después las magic, luego el ajedrez.

Carmen, mi mejor amiga de 5° y 6° de primaria, nos encontramos en su casa en Los Ángeles, me preparó un sandwich como hace tantos años. Recuerdo sus palabras, "hay personas que quieres un chorro y un día así nomás te dejas de juntar con ellas, pero no se dejan de querer".

Claudia, todo lo que pasamos y se había quedado guardado, cariño que la timidez de la edad no podía demostrar, pero ese café todo lo pudo liberar.

Laura, vecinos, amigos y ahora primos, pero que cosas...

Lucía, no sabía que era de tu hermano el restaurante en el que siempre ceno, pero que gusto fue verte aunque fuera de lejos.

Gladys, buenas pláticas, como siempre.

Fernanduch, Tamara, Candis, la neta un chingo de gusto saludarlos después de todos estos años.


Y la visita a Xalapa que fue como volver a la prepa:
El Xilo, el compadre, igual de chelero, buena música, chido origami, cuadros de Dalí y las pláticas de poca madre.
El sapo y la ponch, que desde 6° de primaria nos conocemos y siempre nos topamos en San Cris, ahora fue Xalapa.


Y la comadre María, igual de poca madre!

No hay comentarios.: